martes, 19 de mayo de 2015

Gordos en riesgo de morir de hambre

Ha llegado el calor. Aprieta fuerte, como si quisiera gritar a los cuatro vientos que el verano está a la vuelta de la esquina. Y mientras medio mundo se obsesiona con poder lucir un vientre plano para entonces, en Etiopía un grupo de hombres se prepara para competir por ver quién tiene la barriga más grande. Son los Bodi y ahora mismo se están poniendo gordos pero lo cierto es que corren el riesgo de acabar muriendo de hambre.


Hombres de la etnia Bodi durante la ceremonia Kel / Foto tomada de http://piensoluegobloggeo1b.blogspot.com.es/

Comienza la cuenta atrás para los jóvenes Bodi. En unas semanas celebran el Kel, la fiesta para la que llevan preparándose meses a base de seguir una estricta dieta compuesta de sangre de res, leche y miel, a la que ellos llaman guzzling. Con este alimento consiguen duplicar, incluso triplicar, su peso en como mucho medio año. Los kilos ganados se ponen a prueba durante el mes de junio, cuando se celebra la ceremonia Kel, que da la bienvenida al año nuevo Bodi. Como en cualquier fiesta, todos bailan, comen y toman una bebida alcohólica llamada sholu. A la celebración también acude el chamán, la autoridad encargada de determinar quién es el más gordo del pueblo. El ganador podrá elegir a la que será su mujer y ostentará durante un año (hasta que vuelva a celebrarse lel festejo) el reconocimiento de todos, convirtiéndose en el miembro más destacado de los Bodi.


Para la ceremonia, los aspirantes cubren su cuerpo de arcilla blanca y cenizas, se colocan un tocado en la cabeza y se dirigen caminando hacia el árbol sagrado de su comunidad, lo que supone un gran reto para ellos, dado su peso. Tras el baile de presentación, han de matar a una de sus vacas. Los ancianos del pueblo inspeccionan la sangre y las entrañas del animal para interpretar el futuro que le depara al dueño. / Foto: E.Lafforgue.-

Para ellos, la barriga es un símbolo de estatus social. Cuanto más grande sea el vientre del hombre más posibilidad tiene éste de hacer felices a los suyos. Sin embargo, todo apunta a que estos gordos pronto estarán desamparados. Aunque son un pueblo seminómada, llevan siglos viviendo en el sur de Etiopía. Concretamente en el valle del río Omo, que marca el ritmo de sus desplazamientos. En una región con un clima tan tórrido, su alimentación depende de la crecida del río: Sólo cuando la inundación se retira pueden sembrar los cultivos y poner a pastar el ganado. Esto ha sido así desde siempre, hasta ahora. 

Presa Gibe III / Fotografía tomada de Wikipedia.-
El Gobierno etíope ya está empezando a llenar la gigantesca presa hidroeléctrica Gibe III, construida por la empresa italiana Salini Construttori, al tiempo que han arrendado miles de hectáreas alrededor de la misma a empresas extranjeras de plantaciones, que se beneficiarán del riego que aporte el agua recaudada. En uno de los espacios geográficos con más etnias de África, esto supone reagrupar a unos pueblos con otros; lo que significará más bocas que alimentar y menos alimentos que repartir debido al cambio de régimen fluvial que trae consigo la presa, al poner fin a la crecida anual del río.

Infografía de la ubicación de la presa Gibe III / BBC News.-
Mientras esto ocurre, los Bodi siguen ensanchando sus vientres. Pese a que la constitución de Etiopía garantiza en su artículo 39 el derecho de los pueblos indígenas a “ser plenamente consultados” y a  expresar “sus puntos de vista (…) en los proyectos que les afectan directamente”, muy pocos hablan la lengua nacional y los niveles de alfabetización en esta zona son los más bajos del país, por lo que este pueblo permanece ciego a la información que le afecta. 

Todo apunta a que su fiesta se perderá en la medida en que no llegue la crecida del río. Sin ella, su ganado no podrá pastar y no habrá leche ni sangre para engordar. Si esto ocurre y no se hace nada para evitarlo, que les pille bien gordos y bailando para que al menos puedan sentir mientras dure eso de “barriguita llena, corazón contento”.

Pueblo Bodi al final de la ceremonia / Foto tomada de http://samarcanda46.blogspot.com.es/

martes, 28 de abril de 2015

Los hijos de Mami Wata

Todo tiene su lado bueno y su lado malo, el mediterráneo también. La cruda realidad que atraviesa este mar ha salido a flote con la mínima consideración que merecen, no sólo las 800 vidas que hace unos días salpicaron desde las costas de Libia la prensa internacional, sino las miles de personas que desde hace varios años se ha tragado el olvido. Todos ellos son hijos de Mami Wata.


Pintura de Abdal
(República Democrática del Congo, 1989).
Desde Senegal hasta Angola, incluso llegando costa abajo un poquito más al sur; también en el interior, en los países que rodean la cuenca del Níger; en los lagos y ríos de Zambia, Mozambique o en la República Democrática del Congo. Prácticamente allí donde haya agua estará Mami Wata.

Invocada por los pescadores y los inmigrantes, se dice de ella que es mitad mujer, mitad pez. Se representa con forma de sirena, su piel es clara y su pelo liso. A menudo aparece rodeada por una serpiente, siempre se muestra ataviada con objetos de valor: joyas, un espejo, un reloj, hasta una Coca-Cola. Todos ellos objetos que se relacionan con Occidente, son las riquezas que trae de Europa. Aunque no es lo único que Mami Wata importa de la cultura occidental. A ella también se asocia la esterilidad y a ella acuden las mujeres que quieren curarse de este mal que rompe con el carácter familiar de la tradición africana para contagiarse del individualismo del Norte.


Representación de Mami Wata en Haití, donde se le denomina
'la Sirène' o 'la Baleine', la sirena o la ballena en español.
Mamisiis / Fotografía tomada de kanasuka.canalblog.com/ 

Templo Mamaissii-Hounons, que significa
'madre de la sabiduría'. Togo / Fotografía tomada de
kwekudee-tripdownmemorylane.blogspot.com.es/
Yemanya, en Brasil o Cuba; Lamante, en Martinica; Río Mama en Jaimaca; Mamba Muntu en la República Democrática del Congo o Maman de l’Eau en Dominica, Guadalupe o Trinidad y Tobago. Estos son algunos de los apelativos que recibe la diosa marina tanto a lo largo del continente como en la orilla latinoamericana, a la que llegó con la diáspora. Allá donde reciba un nombre tiene representantes, como en todas las religiones. Son las 'mamisii', las sacerdotisas de Mami Wata. Un título heredado por línea materna y que se ostenta en la 'Mamaissii-Hounons', el lugar de encuentro de sus devotos, quienes visten de rojo y blanco para representar la dualidad que muestra esta diosa.

Como el mar mediterráneo, que puede ser hermoso y cruel, Mami Wata tiene dos caras. Es la dualidad divina presente en la religiones tradicionales africanas y que en esta mujer-pez se manifiesta en que todo lo bueno que puede ofrecer también lo puede quitar, convirtiendo la gracia en desgracia, el sueño en pesadilla. Mami Wata es también las dos caras que tiene Europa. El lado de la abundancia, de la comodidad, donde se acumulan las riquezas; y el lado individualista, carente de sentimiento de comunidad.

Los emigrantes africanos se suben a los cayucos llevando en el bolsillo granos de arroz, de cuscús o caramelos, cualquier cosa que sirva de ofrenda a Mami Wata. Esperan encontrarse el mar en calma y la tierra por la diosa prometida. 

Canción dedicada a Mami Wata por el trompetista y cantante sudafricano Hugh Masekela.

martes, 14 de abril de 2015

Galeano el africano

Desconozco si Eduardo Galeano pisó algún país africano. Aun cuando no fuera el caso, no le hizo falta. Él destripaba la realidad. Hacía de la lengua bisturí, lúcido y afilado, para sacarle las entrañas a lo que acontecía y mostrar que no hace falta vivir una situación en carne propia para conectar con lo que todos llevamos dentro, para conectar con el lado humano. Su empeño por reanimar la humanidad pasó también por hablar de las realidades africanas. Normal, para Galeano “en África empezó el viaje humano en el mundo”.


Eduardo Galeano / Fotografía de Santiago Mazzarovich.-
Como si con las palabras abriera en canal la actualidad, Eduardo Galeano profundizaba en la historia hasta dar con el órgano a diseccionar, desechando el pensamiento tóxico y rescatando las contra-historias para tocarnos la fibra. Así, nos ofrecía ‘Puntos de vista’:

Desde el punto de vista del Oriente del mundo, el día del Occidente es noche. En la India, quienes llevan luto visten de blanco. En la Europa antigua, el negro, color de la tierra fecunda, era el color de la vida; y el blanco, color de los huesos, era el color de la muerte.
Según los viejos sabios de la región colombiana del Choco, Adán y Eva eran negros y negros eran sus hijos Caín y Abel. Cuando Caín mató a su hermano de un garrotazo, tronaron las iras de Dios. Ante las furias del señor, el asesino palideció de culpa y miedo, y tanto palideció que blanco quedó hasta el fin de sus días. Los blancos somos, todos, hijos de Caín.

El uruguayo se lee como se oye, pausadamente, catando las palabras. Su pluma y su voz son serenas, como si masticara la palabra para digerir una reflexión que plasma contundente. A menudo decía que somos arcoíris terrenal porque la humanidad tiene “más colores que el arcoíris del cielo”. Una paleta que Galeano sitúa en el continente africano: Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos caminos fundaron los diversos destinos, y el sol se ocupó del reparto de colores. Por eso, explica, “somos todos africanos emigrados”.

Partiendo de este origen de la humanidad, muchas de sus letras evocan a África para rescatar una identidad diezmada en su propia tierra de origen, América del Sur, la niña de sus ojos; a la que mira de frente para invocar justicia social e igualdad de oportunidades sirviéndose, a su vez, del continente olvidado:

Los esclavos negros trajeron a América sus dioses alegres, peleones; y su certeza de que cada persona tiene dos cabezas y dos memorias. Una cabeza de barro, que será polvo; y otra cabeza por siempre invulnerable a los mordiscos del tiempo y de la pasión, que es la cabeza que te espera en el espacio sagrado, más allá de la muerte. Y también dos memorias: Una memoria que la muerte mata, brújula que acaba con el viaje; y otra memoria, la memoria colectiva que vivirá mientras viva la aventura humana en el mundo.

E.Galeano / Fotografía de Lopezezequiel tomada de ojodigital.com

Eduardo Galeano ha muerto, pero sólo en parte. Quedan sus escritos y queda su voz, que es su otra cabeza y su otra memoria, la que no acaba con el viaje.


Puedes disfrutar de muchos otros textos de Eduardo Galeano relacionados con África pinchando en el siguiente vídeo, perteneciente a Canal Encuentro Argentina:

domingo, 12 de abril de 2015

Algunos sueños kenianos

Vamos a vivir un sueño. En cualquier momento podemos despertar, así que vamos a aprovecharlo, vamos a vivirlo intensamente, muy intensamente, para que cuando acabe y nuestros ojos se abran a otra realidad, no añoremos lo que hemos perdido sino conservemos lo que hemos ganado. Así sueñan los niños de la Casa de Acogida de Anidan en la isla keniana de Lamu, una manera de entender la vida que resuena en ellos como un mantra o, mejor dicho, como el repicar de un tambor. Es el ritmo que han aprendido con el proyecto ‘Tambores para la convivencia’.


Anidan-Bloko del Valle Juniors Band en Lamu.
“Lo que hicieron esos pibes en una tarde cuesta cuatro meses conseguirlo con la gente de aquí”, asegura Unai Cañada, director de Bloko del Valle, una Asociación Músico y Sociocultural sin ánimo de lucro con sedes en Tenerife y Bilbao. En 2010 llegaron a Lamu, en Kenia, para colaborar con la Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) Anidan que ayuda a niños huérfanos y abandonados. En un inicio, el plan era ir para poner en marcha la iniciativa ‘Dona tu tambor’, que consistía exclusivamente en llevar estos instrumentos a este centro y crear una escuela de percusión; pero rápidamente esta idea tornó en el proyecto ‘Tambores para la convivencia’, que pone en práctica un concepto de la solidaridad mucho más amplio.

A la entrega de tambores en la Casa de acogida y las clases de percusión con medio centenar de niños, se une un intercambio cultural que traspasa las fronteras del país africano y que ya ha llevado a once jóvenes de Lamu a hacer una gira por Italia y España con jóvenes músicos de estos países. Un intercambio cultural que Bloko del Valle entiende como “hermanamiento”, que concibe la solidaridad como el acto de dar y recibir porque lo cierto es que el entorno europeo puede aportar mucho a nivel material, pero quien haya visitado realidades como las de este rincón de Kenia sabe que ellos pueden proporcionar una riqueza emocional que pone al descubierto las carencias de la cultura occidental. De este modo, como dice Unai Cañada, “nosotros le podemos proporcionar herramientas para darles un futuro”: la enseñanza musical, conocer otros lugares,... Pero ellos “nos enseñan una visión más humana del mundo”.
Primer concierto de la Gira Tambores para la convivencia 
con ANIDAN - Bloko del Valle Juniors Band y la Joven Orquesta 
y coros de la Accademia di Santa Cecilia de Roma. / Fotografías 
tomadas de blokodelvalle.com
Concierto de despedida de de la Gira Tambores para la convivencia 
en Zaragoza, con ANIDAN - Bloko del Valle Juniors Band los 
jóvenes del Orfeón Donostiarra, la Orquesta Sinfónica de Euskadi. / 
Fotografías tomadas de blokodelvalle.com
Cuando te quedas dormido desconectas de la realidad que te rodea, a veces para bien y a veces para mal, por eso también existen las pesadillas. En los sueños, como en la vida, todo tiene un comienzo y un final, como viene se va. Te despiertas y vuelves a tu realidad. Los jóvenes de Lamu ya han regresado de su gira europea y ahora se despiertan cada mañana en su centro de acogida. Antes de compartir la experiencia con Bloko del Valle, vivían una realidad en la que los otros niños se metían con ellos, eran los abandonados, ya sabemos lo crueles que pueden ser los críos... Ahora les piden autógrafos por las calles. Cuando estaban de gira sentían vergüenza de no saber usar el cuchillo y el tenedor, su costumbre es comer con las manos, hasta que les enseñaron a sus compañeros europeos a disfrutar chupándose los dedos. El sueño ha terminado, pero la autoestima de estos niños kenianos no ha hecho más que crecer.

La Asociación Bloko del Valle volverá a Lamu este año. Primero en agosto y luego en noviembre. El verano es para disfrutar, por eso su plan es ir a pasar las vacaciones con los niños. Llegarán unos meses después del atentado a la Universidad de Garissa, cuando seguramente ya no sea noticia. Ahora mismo lo es, se trata de un hecho grave, terrible, y ha de darse a conocer. Pero su difusión irremediablemente trae consigo la propagación del miedo que tanto pretenden los autores de la masacre al tiempo que potencia el destierro a la imagen de un todo inseguro y desgraciado que mediáticamente se realiza a los países en desarrollo. Y entonces llegan los ciudadanos de este país africano y alzan la voz para reivindicar que las personas a las que les han arrebatado la vida no son sólo un número, y la repercusión en los medios acoge tintes humanos, pone cara, conecta y logra, aunque sea sólo instantáneamente, ver a Kenia con otros ojos y mirarla de frente. Lo mismo que lleva haciendo casi cinco años la asociación Bloko del Valle a través del proyecto ‘Tambores para la convivencia’. Una iniciativa que no ha cosechado titulares, pero en la que encaja en toda su dimensión la palabra re-percusión.

Los jóvenes del Orfeón Donostiarra, la Orquesta Sinfónica de Euskadi y los niños de ANIDAN - Bloko del Valle Juniors Band interpretan 'Malaika'.

martes, 31 de marzo de 2015

La mecánica de ser rey en África y vivir en Alemania

En los brazos del rey Bansah no se vislumbra sangre azul, sino el rastro de una espesa grasa de motor que el paño usado de su taller no logra borrar. Combina a la perfección la Corona con su mono de mecánico y lo hace a kilómetros de distancia, vía Skype, porque el último monarca de la localidad africana de Hohoe Gbi vive en Alemania.



Si uno se fija en la vida de Cèphas Bansah se da cuenta de que ésta está fuertemente ligada a la figura de su abuelo. Fue su abuelo quien le inculcó la simpatía por lo alemán. Decía que eran, de todos los colonizadores que pisaron Ghana, los que mejor trataron a su pueblo y los que mejor trataron a los árboles de su localidad, Hohoe Gbi, situada en la región del Volta al este de Ghana.

De todos los nietos del viejo, fue Cèphas quien logró, con apenas veinte años, la oportunidad de ir a tierras germanas para realizar un intercambio cultural. Allí empezó a estudiar mecánica, allí conoció a la mujer con la que formaría una familia y allí montó su propio taller de reparación de vehículos. Pero el abuelo, que era también el rey de Hohoe Gbi, murió; y de todos sus descendientes la Corona fue a caer a manos del nieto emigrante.

C.Bansah en su taller de Ludwigshafen am Rhein (Alemania) / Fotografía: www.teinteresa.es
Emigrante sí, pero zurdo no. Su padre y sus hermanos mayores fueron descartados para el trono por la tendencia de sus cuerpos a la izquierda, signo de impureza en la cultura de la sociedad de Hohoe Gbi. Así, Cèphas el diestro, Cèphas el mecánico, Cèphas el que vivía en Alemania pasaría a llamarse rey Bansah a partir de su coronación, celebrada en 1992.

C.Bansah en Hohoe Gbi (Ghana) / Fotografía: www.teinteresa.es
Soplaban nuevos vientos para Hohoe Gbi, de hecho el reinado de Cèphas Bansah vendría a agitar todas las monarquías conocidas del mundo porque ninguna, hasta el momento, se ha llevado a cabo en la distancia. El nuevo rey lo tenía todo pensado y no le costó demasiado contar con el visto bueno de su pueblo para poner a aplicar su plan: él seguiría trabajando como mecánico en suelo alemán, mientras su hermano mayor actuaría como regente en la localidad ghanesa. El nexo de unión sería primero el fax y luego Internet; y así lleva reinando más de veinte años.

A través del software Skype, que le permite celebrar audiencias convertidas en llamadas de vídeo, el rey Bansah atiende directamente a los vecinos de Hohoe Gbi que lo soliciten y se reúne con los jefes de la región para repasar los asuntos de este territorio de más de 200.000 habitantes. Servirse de la red le ha permitido, además, dar a conocer su particular historia y con ello poner a la venta productos típicos de su cultura para poner solución a los problemas sobre los que más quejas recibe: la falta de dinero para medicamentos, semillas y educación.

C.Bansah / Fotografía: www.tgm-mcbw.de
Pero si algo tiene de especial este reinado es haber sido capaz de fusionar nuevas tecnologías y sociedades tradicionales. Pese a que suene a antítesis en el imaginario colectivo, en esta localidad africana ha sido posible lo que constituye un avance para las culturas ancestrales que no sólo implica servirse del desarrollo actual sin renunciar a su conocimiento, sino que además admite algo que aún hoy en día no se permite ni en las sociedades más desarrolladas: Que un rey continúe con su vida a pesar de su linaje. 

martes, 17 de marzo de 2015

Se busca buen gobernante

En estos tiempos de hartazgo generalizado con los dirigentes políticos, no es de extrañar que los ciudadanos estén deseosos de encontrar a un buen gobernante. Lo que es menos común es que se ofrezca una millonaria recompensa por ello. El sudanés Mo ibrahim lo hace a través de la fundación que lleva su nombre y que entrega en África uno de los premios económicamente mejor dotados del mundo.


Mo Ibrahim / Foto de aucegypt.edu
Cuando se produjo el boom de la telefonía móvil, el ingeniero de telecomunicaciones sudanés Mohamed Ibrahim, más conocido como Mo Ibrahim, se percató de que las grandes compañías telefónicas estaban invirtiendo en este negocio por todo el mundo, excepto en África. La pobreza y la corrupción del escenario africano los echaban para atrás, pero para Ibrahim el riesgo de crear un operador de telefonía móvil africano y hacerlo sin tener que pagar sobornos se convirtió en una oportunidad de poner a prueba que otra África es posible. Y así nació Celtel, que “con 20 millones de clientes en 15 países es en la actualidad uno de los operadores de telefonía móvil más importantes de África”.

Infografía de news.bbc.co.uk

Ya multimillonario, este sudanés vendió su empresa y dio un paso más en el cambio de la realidad africana al crear en 2006 la Fundación Mo Ibrahim, que se gestiona sin subvenciones y se dedica a promover una transformación significativa en la gobernanza de los países africanos. Para conseguirlo, esta institución ha desarrollado varias herramientas, como un foro de debate anual que reúne a políticos, empresarios y miembros de la sociedad civil africana, así como a socios e instituciones internacionales; una beca para desarrollar el talento de los jóvenes del continente; o un Índice de la gobernanza en África, con la fuente de datos más completa del mundo sobre la realidad de los países africanos. Una batería de recursos que cada año se ponen en marcha para revisar lo se que ha hecho y promover lo que queda por mejorar.


Pero de todos estos instrumentos, el más suculento es el premio Ibrahim de logros en el liderazgo africano que, con un valor de cinco millones de dólares entregados a lo largo de una década más otros 200.000 dólares cada año, trata de ser concedido anualmente a aquellos líderes políticos del continente que dejen tras de sí un país más próspero, a condición de que lo dejen claro. Hasta ahora, en siete años de vigencia, este reconocimiento sólo ha encontrado cuatro merecedores entre los más de cincuenta países que componen África

H. Pohamba / AFP.-
Hasta ahora. Después de tres ediciones sin dueño, este año el galardón ha sido otorgado al presidente saliente de Namibia, Hifikepunye Pohamba, quien ha dejado el país tal y como constitucionalmente le tocaba y lo ha hecho sin armar ningún alboroto. Aunque lo cierto es que se trata de una transferencia del poder relativa porque en las recientes elecciones el cargo ha vuelto a ir a parar a su partido, el caso es que Pohamba ha dejado el puesto y ha dejado un país mejor del que recibió en 10 de las 14 subcategorías que establece la fundación para definir la buena gobernanza. Así, hoy los namibios tienen mayores garantías de seguridad, Estado de Derecho, participación ciudadana y derechos humanos. No así en economía y desarrollo.

A través de los medios de comunicación, se conoce el continente africano como un territorio de pobreza, inseguridad y corrupción. Así es, África es todo eso pero no todo eso es África, tal y como demuestra cuantitativamente el Índice Ibrahim de la gobernanza africana y cualitativamente tantos otros ejemplos de cambio puestos en marcha por ciudadanos de estos países. Y es que la realidad no es o blanca o negra, ni siquiera la africana.
Fotografía de Mutua Matheka.

domingo, 8 de marzo de 2015

Ruanda se conjuga en femenino singular

Si juntamos todos los parlamentos del mundo sólo un 22% de los representantes del pueblo son mujeres. Y esto es así aún cuando más de la mitad de la población mundial sí lo es. Sin embargo, existe un país donde ocurre todo lo contrario y las parlamentarias son mayoría. Ese país está en África.


Conocemos Ruanda por el genocidio que el gobierno hutu promovió sobre la población tutsi hace ya más de veinte años. Lo que no se sabe es que la crueldad sin límites de este episodio de la historia ruandesa trajo para el país un empoderamiento de la mujer hasta ahora sin precedentes en ningún otro Estado del mundo. La muerte o la cárcel de los hombres hizo que las mujeres salieran de su anonimato para ponerse al frente. Eso significó tener que ocupar puestos de trabajo que sí estaban remunerados, lo que fomentó que la necesidad de la formación entre ellas fuera más visible y se extendiera. Hoy Ruanda es el país con más parlamentarias de todo el planeta, un hito en un sistema mundial en el que sólo dos de 144 países tienen en sus hemiciclos al menos un 50% de mujeres, según el informe elaborado en 2014 por Unión Parlamentaria y ONU Mujeres.

Mujeres parlamentarias de Ruanda junto al presidente Paul Kagame /
Fotografía tomada de mujerlife.com.-
Pero Ruanda va más allá de la mitad de la representación. Desde 2008, esa barrera se superó con creces y en la actualidad ellas ocupan el 63,8% de los escaños. Esto ha traído consigo un empoderamiento de la mujer que no solo abarca las altas esferas de la vida pública sino que se manifiesta sobre el terreno. En la cuestión de la tierra, sin ir más lejos, el Gobierno de Ruanda ha aprobado leyes que permiten que ellas también puedan heredar propiedades; y esto en un territorio como África Subsahariana donde el 85% de la posesión de las tierras están reservadas para los hombres.

Estudiantes de Ruanda / IPS Noticias.-
Además, el número de niñas matriculadas en educación primaria es prácticamente del 100%, lo que crea una discriminación positiva que los perjudica a ellos cuando, aun obteniendo mejores resultados académicos, en ocasiones se quedan sin becas para mejorar sus estudios porque las instituciones académicas tienen la obligación de cubrir las cuotas reservadas para ellas. Una medida que no tiene sentido en aras de la igualdad, pero que se explica en tanto en cuanto el acceso a la educación superior todavía es una barrera para las niñas y jóvenes.

La ecologista keniana y Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai ya dijo una vez: “Cuanto más alto llegues, menos mujeres habrá”. Un atraso social que se acentúa en el Sur, pero del que tampoco escapa el Norte. Que Ruanda sea un ejemplo en progreso de la igualdad y el empoderamiento de la mujer es a su vez la evidencia de que también se puede aprender mucho mirando hacia abajo.