Un
día un hombre fue a comprar un regalo a su sobrina. Quería que aprendiera
jugando, quería que la pequeña cuidara de su juguete, que le cogiera cariño y
se sintiera identificado con él. Pensó en una muñeca y con esta idea fue a una
juguetería. No encontró ninguna que se pareciera a su sobrina. Todas vestían
como los turistas, todas tenían el pelo liso. Ninguna muñeca era negra. No dejó
ni una juguetería de su ciudad por visitar. Nada. Ni una sola muñeca se parecía
ni siquiera a las mujeres de su país. ¿Cómo iba a identificarse una niña con un
juguete que nada tenía que ver con ella? Al hombre le preocupaba que su sobrina
aprendiera a cuidar un objeto que nada se parecía a su entorno, a su cultura, y
le puso solución. Este hombre es Taofick Okoya, el creador de las Reinas de África.
T. Okoya en su taller/ FOTOGRAFÍA DE REUTERS.- |
La
Reina de África (o Queens of Africa,
como se ha dado a conocer) tiene su origen en Nigeria. Es una muñeca negra que
viste los trajes tradicionales de los tres grupos étnicos mayoritarios del
país: los Hausa, los Yoruba y los Igbo. Hace siete años que Okoya puso esta
idea en marcha para combatir los estereotipos impuestos por la globalización
que proyectan en los más pequeños la percepción de que los cánones de belleza
son los que marca Occidente.
Hoy
factura entre 200 y 300 muñecas al día en su país y más de seis mil unidades al
mes en todo el mundo. Una cantidad que ha llevado a que, en Nigeria, la Reina de África destrone a la Barbie. Así es,
desde su taller situado en el barrio de Surulere, en Lagos, el diseñador
nigeriano ha logrado desbancar a Mattel,
la compañía de juguetes norteamericana (la segunda más grande del mundo) que,
aunque fabrica muñecas negras desde hace décadas, tiene una presencia muy
limitada en el continente negro.
FOTO: REUTERS.- |
FOTO: REUTERS- |
FOTO: queensofafrica.com |
Todo
apunta a que la muñeca negra será la soberana de las jugueterías africanas. De
hecho, su fabricante ya está en conversaciones con una cadena sudafricana para
vender su juguete en setenta puntos distintos de África. Por ello, el siguiente
paso que contempla Okoya es diseñar trajes de otras etnias del continente. Pero
además, para cuando la marca esté más asentada, planea hacer muñecas de cuerpo
más grueso. Una iniciativa en la que ya fracasó al no encontrarle salida en el
mercado, pero de la que no desiste en su empeño de reflejar que la realidad no
sigue un único patrón y que tiene tantas formas como identidades.
La
magia de los juguetes reside en su capacidad de proyectar hábitos en los niños.
Algo tan simple como un muñeco tiene el poder de reforzar una identidad que ha
sido mellada primero por la colonización y ahora por la globalización. Al fin y
al cabo, quienes hoy juegan pueden contribuir a descolonizar las mentes porque
ellos son futuro en miniatura.
FOTOGRAFÍA DE OXFAM/WIKIMEDIA COMMONS.- |
*Puedes escuchar esta crónica en el último programa de 'Ahora África', emitido por Radiotelevisión Canaria: http://www2.rtvc.es/television/Multimedia/Ahora%20%C3%81frica-8148/22-02-2014-176.aspx#.UwzDH2J3IWE
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