lunes, 10 de febrero de 2014

El sonido de las revueltas árabes: La música como denuncia

Entre escombros se alzan las paredes desgastadas de las casas. Parece que todos están en la calle, se muestran sonrientes. Niños que vienen a saludar. También se ven muchos puestos de frutas y verduras. Carcajadas. Pintadas en los muros. Un local de reparación de calzado. Hay sillas en las calles. Y más niños, y una anciana y algunos adultos, pero sobre todo, jóvenes. Todos ríen. Así se muestra a estas personas que viven en Túnez en el videoclip de la canción que acompaña la rutha de hoy. Les presento a Houmani.


En este país del norte de África a los barrios de clase obrera se les llama ‘houmas’. Allí viven los más pobres de un país cuyo nivel de pobreza se ha elevado en el último año más de un 24 por ciento. Para que se hagan una idea, el ingreso nacional bruto por persona es de 3720 dólares, mientras que en Francia, por ejemplo, es de casi 44000.

Los raperos tunecinos Hamzaoui y Kanon protagonizan este videoclip que lleva por título ‘Houmani’, es decir, aquellos que viven en los distritos obreros de Túnez. Se trata de una canción que describe la vida de los jóvenes que viven en estos lugares. En su letra, estos cantantes explican que la gente de las houmas “están viviendo como basura en un basurero”, literalmente, y afirman: “Es sofocante la vida aquí”. Y debe serlo porque con más de tres millones de visitas en YouTube, esta canción se presenta en las redes sociales como el nuevo “himno” de la juventud de Túnez. Más allá de que sea realmente un himno o la última canción de moda, a Houmani no se le puede quitar el mérito de sacar a la luz el sentir de los jóvenes de este país. Tras darse a conocer, generó un gran debate entre aquellos que se sienten identificados con el lugar que describen los raperos y aquellos que no, trascendiendo la opinión que tienen sobre su realidad los jóvenes tunecinos, vengan de la posición social que vengan y, tal y como alude el blogero Mehdi Lamloum, “vivan o no la cotidianidad descrita”.



En un país en el que la libertad de expresión se ha visto ya mermada con la censura que están sufriendo los medios de comunicación y que incluso llevó a la cárcel al periodista Zied El-Heni, tras acusar a un fiscal de falsificación de pruebas, la música ha logrado dar a conocer lo que piensan los jóvenes tunecinos, que constituyen más de la mitad de la población. Como dijo el pintor francés Georges Braque, cuando afirmó que “el jarrón da forma al vacío y la música al silencio”.

4 comentarios:

  1. Es realmente asombrosa la cualidad que tiene la música de retratar la realidad por más dura que sea, y que esa misma música sea dulce, tranquilice los espíritus y los lleve más allá de sus miserias.
    Lo que realmente me parece raro en Túnez y en otros países africanos que han vivido la llamada "primavera árabe" es que después de haber derrocado con su propia lucha a los dirigentes de entonces hasta ahora no se haya visto muestras claras de nacimiento de una verdadera democracia con la que los pueblos se sientan identificados y en la que,por fin, estén unidos. El crecimiento económico es algo un poco más fluctuante, sin embargo aspectos básicos como la libertad de expresión, no es lógico que hoy se sigan viendo mermados en una tierra cuyos pueblos han sido capaces de derrocar a Ben Ali.

    ResponderEliminar
  2. El derrocamiento de Ben Ali fue un triunfo tremendo para avanzar hacia el cambio social en Túnez. Junto a él vinieron una serie de conatos que se propagaron por el norte de África dando lugar a lo que los medios de comunicación occidentales se empeñaron en llamar 'revolución árabe'. De ahí que parezca raro que pasados ya tres años de esta cadena de acontecimientos no se haya producido el nacimiento de una democracia real en estos países y se perciba como un fracaso. Sin embargo, cualquier cambio histórico tiene un proceso que dura más que el tiempo que ha transcurrido desde entonces. Hasta la revolución francesa, que es la que más trascendencia ha tenido en cuanto a cambios sociales a escala global, requirió de una serie de revueltas previas y tampoco obtuvo un triunfo definitivo cuando estalló en 1789. Al fin y al cabo, una revolución supone un cambio total en el sistema social y lleva su tiempo. Así entiendo yo lo que está pasando en el Magreb y el Sahel. A la primavera árabe se le dio mucha relevancia mediática porque era una novedad, era llamativo y produjo cambios de liderazgo, pero no transformaciones totales del mundo árabe africano. Sin embargo, la denuncia sigue latente y esto significa que aún no se ha abandonado la causa porque la auténtica revolución no ha llegado. Por eso el fracaso no es de estos pueblos, sino de los medios de comunicación extranjeros que llamaron revolución a lo que eran revueltas, desinformando de lo que realmente suponían esos hechos, descontextualizando para hacer el contenido más llamativo y creando en los ojos del lector de a pie unas expectativas que no responden a las pautas históricas de cualquier cambio revolucionario.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo con esta valoración: la burguesía tardó Siglos en imponer su Sistema productivo capitalista (y lo que le atañe desde los puntos de vista político-ideológicos) frende al antiguo régimen feudal... Además, dentro de este proceso histórico de cambios revolucionarios hubieron avances y también retrocesos. No es lógico exigir a las nuevas clases emergentes (las clases trabajadoras, las clases populares de los Países que fueron colonizados) que culminen exitosamente su tarea histórica, consolidando un nuevo Sistema productivo más ecuánime y avanzado que el capitalista, transcurridos apenas siglo y medio tras el triunfo de éste. No tiene sentido...

      Eliminar
  3. Me encanta que esta entrada les haya invitado a reflexionar y además hayan plasmado sus opiniones. No sólo porque me parecen comentarios interesantes, sino porque el hecho de que participen me motiva más para seguir la Rutha hacia África ¡Muchas gracias!

    ResponderEliminar