Como la Navidad es tiempo de reunirse con la familia, hoy nos vamos de escapada navideña para visitar a los descendientes de los esclavos africanos que llegaron a América a partir del siglo XVI. Ya ha pasado Noche Buena, pero no llegamos tarde a la fiesta familiar que muchos afroamericanos celebran en estas fechas porque es precisamente cuando el día de Navidad llega a su fin que empieza la celebración de Kwanzaa.
Unidad, autodeterminación, responsabilidad, economía cooperativa, objetivos colectivos, creatividad y fe. No sólo son principios, son las siete velas que marcan los días en los que se celebra Kwanzaa, una fiesta navideña en cuanto a que coincide en fecha y espíritu. Pero sólo en eso porque aunque Kwanzaa es también tiempo de sentir más cerca a la familia, no es una festividad religiosa y, sobre todo, es un espacio para que los afroamericanos conecten con su herencia cultural e histórica.
Familia afroamericana celebrando Kwanzaa. / Fotografía tomada de bet.com.- |
Por eso, cuando el activista negro Maulana Karenga ideó
en 1966 esta celebración se basó en una frase swahili: Matunda ya kwanzaa, que significa “primeros frutos de la cosecha”.
Para Karenga, ya era hora de “dar a los negros la oportunidad de celebrar suhistoria, en lugar de imitar a la sociedad dominante”. Es más, llegó a afirmar
que Kwanzaa era “una alternativa a la Navidad”. Eran tiempos de panafricanismo,
de reforzar la cultura y la identidad africana diezmada por las diásporas, la
esclavitud y la colonización.
Kinara, Kikombe cha umoja y frutos en una mesa decorada para Kwanzaa. / Fotografía de Tiana Reid.- |
De esta manera, los afroamericanos
incorporan elementos de su herencia cultural, de su propia historia, para
reforzar una identidad que no se ha perdido. Como los árboles, que con el
tiempo acogen hojas y flores a su copa, pero que sin sus raíces no tendrían
razón de ser.
Libro y sellos estadounidenses con motivo de Kwanzaa. |
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