martes, 4 de noviembre de 2014

El poder del sexo

“Ningún hombre, ni amante, ni marido se acercará a mi descapullado”, así empiezan los votos de Lisístrata, la protagonista que da nombre al clásico griego de Aristófenes en el que las mujeres de Grecia emprenden una huelga de sexo. Es ficción; pero en África está muy viva. Tanto que este juramento, escrito hace 2.400 años, acaba de ser resucitado en Sudán del Sur.


Mujeres de Sudán del Sur / Foto tomada de librered.net.-
El país más joven del mundo tiene sólo tiene tres años y ya está en guerra. En diciembre de 2013, un golpe de Estado llevó a Sudán del Sur a un conflicto queha dejado cientos de muertos y miles de desplazados. Además, su población prácticamente ha empatado una guerra con otra porque, desde 1955 hasta 2011, este territorio luchó hasta conseguir independizarse de Sudán. Por ello, no es de extrañar que los sudaneses del sur estén hartos de tanta batallita. Sobre todo sus mujeres, quienes han sufrido innumerables violaciones sexuales usadas como arma de guerra entre familias de uno y otro bando.

Ahora un grupo de activistas por la paz ha hecho un llamamiento a todas sus compatriotas para que no mantengan relaciones sexuales con sus parejas hasta que acabe la guerra civil. Y esta es sólo la primera acción; tal y como han señalado expertos internacionales, la huelga de sexo puede ayudar a establecer la paz pero no será efectiva si no va acompañada de otras estrategias. Por eso, las pacifistas de Sudán del Sur están intentando unir a sus filas a las mujeres de los dos líderes enfrentados para que presionen a sus maridos en pro de una reconciliación nacional.
Leymah Gbowee es una trabajadora social liberiana.
Encabezó las protestas femeninas contra la violencia en Liberia.
En 2011, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. / Foto
tomada de TV5 Specials,-

El boicot sexual no sólo ha sido utilizado en este país, antes también en Togo, y en Kenia y Liberia, donde empezó este fenómeno que más tarde se imitaría en países de América, Europa y Asia. No es para menos, Liberia puso fin a catorce años de guerra civil tras una serie de protestas femeninas, entre las que se encontraba precisamente la huelga de sexo.                          

Si algo tienen en común los 54 países que componen África, más aún que el hambre, la pobreza, las enfermedades o los conflictos, es la capacidad de la mujer africana para sacar adelante todo lo que se proponga. En cuestiones bélicas, con este tipo de iniciativas logra hacer de las olvidadas guerras del continente algo llamativo, lo que demuestra que su arma de mujer trasciende la cama para conseguir algo tan difícil como poner los problemas de los países africanos en el mapa. 


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